ÉBOLA, IBIZA, QUIJOTES Y PANDERETA

 En este país de quijotes y pandereta, los ciudadanos españoles, hasta ahora, nos podíamos vanagloriar de ocupar los primeros puestos en el ranking mundial en cuestiones tan destacadas como:
El tráfico y consumo de cocaína
Políticos corruptos
Suicidios (ya aventajamos a los escandinavos aunque la prensa y las estadísticas lo escondan)
Deshaucios
Pobreza infantil
Fracaso escolar
Religiosos pedófilos
Deuda externa
Por citar las más evidentes.

LA IRA DE DIOS Y LOS CASTIGOS DIVINOS

Dios se nos ha hecho mayor. Se nos ha ablandado. Ya no es el que era: aquel Dios justiciero que no se lo pensaba dos veces en el momento de poner firmes y aplicar severos castigos a aquellos que obraban en contra de las reglas establecidas.

Si habéis leído La Biblia veréis que, a lo largo de las Sagradas Escrituras, y en especial en el Antiguo Testamento, se describen episodios en los que Dios desata su ira y aplica, a quien se lo merece, sus castigos divinos.

Adán y Eva expulsados

Ya de entrada, en los albores de la creación, nada más aparecer la primera pareja de homo sapiens, Dios no se anda con chiquitas. Para dejar bien claro que, en lo sucesivo, no dejaría pasar una, va y expulsa a la pareja del Paraíso Terrenal. ¡Ahí es ná! A Eva por tener un pequeño devaneo con una serpiente, tomándose unas sidras, y al pobre Adán -encima de cornudo, apaleao- por cómplice. Díjole Dios: "Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer" (Gen. 3,17). Esto es un Dios. Dando ejemplo.

A los corruptos y a los especuladores también los dejó finos. Enterándose de que en el templo los mercaderes tenían montado un tinglado de cambio y bolsa, trapicheando con mercancías y dineros, entra como un elefante en una cacharrería y con un látigo que se improvisa con cuatro cuerdas, va y les da la del pulpo, poniéndolo todo patas arriba y expulsándolos del recinto sagrado. Algo así como si, en nuestros tiempos, entrase en Wall Street y, cargándose ordenadores y pantallas, se liase a palos con los brookers. ¡Este es mi Dios!

APUNTS DE FUTUR

Santiago Niño Becerra es catedrático de Estructura Económica en el Instituto Químico de Sarrià de la Universidad Ramón Llull de Barcelona.

Es uno de los pocos economistas españoles -por no decir el único- que explica con claridad y sin mentiras la cruda realidad de nuestro país. 

Por lo menos desde el año 1996, nos viene alertando de la que se nos venía encima. Y mientras el ahora expresidente Zapatero jugaba en la "Champions League" de la economía europea, Niño Becerra dedicaba su tiempo y su sabiduría a escribir un libro profético titulado "El crash del 2010" en el que acertó punto por punto y fecha por fecha el recorrido de esta crisis que empezamos a sufrir y de la cual lo peor queda aún por venir.

En 2011 vio la luz su nuevo libro "Más allá del crash": una serie de preguntas con respuesta que retrata la situación actual y la futura de la economía española. Otra vez pleno al 15.

Podréis encontrar en la red multitud de artículos suyos, en publicaciones digitales como "La Vanguardia" "el periodista digital" o "eleconomista.es" (podéis ir directamente a esta web desde el enlace que encontraréis en la pestaña "enlaces de interés" de este blog).

CARTA A UN TONTO Y ANALFABETO

Una de las sentencias más recurrentes utilizada por periodistas y publicitarios es la de que "Más vale una imagen que mil palabras". La frase sólo es cierta si el responsable de las mil palabras no sabe escribir, o bien si el que ve la imagen no sabe leer.

En el caso que nos ocupa no hay manera de que el artículo de Lucía Etxebarría que me permito transcribir, sea suplido por una imagen. Así que no hay más remedio que leerlo aunque al lector se le antoje algo extenso. De verdad, vale la pena. Ahí va:

ESPAÑOLES TORTURADORES

La fama ya nos viene de lejos. Desde la inquisición hasta la dictadura franquista. Lo grave es que la tortura siga siendo una práctica habitual llevada a cabo por colectivos a quienes hemos confiado el mantenimiento del orden y de la seguridad. 

¡QUE VIENE EL CORRALITO!

A estas alturas ya encontramos normal que los políticos que nos gobiernan no paren de colarnos mentiras sin sentir rubor alguno. Pertenecen a una especie a la que debe sobrarle o faltarle algún cromosoma y -como les sucede a los sicópatas- pueden hacer las mil barrabasadas sin sentirse culpables porque, posiblemente, no son conscientes de ello. Pero ahora la cosa es más grave, porque se trata de la Unión Europea. Nos habían asegurado por activa y por pasiva que nuestros ahorros en los bancos y cajas estaban garantizados por lo menos hasta la cantidad de 100.000 euros. Bruselas, Merkel y compañía han roto el pacto y ya lo han aplicado a un miembro de la comunidad.

MÁS VANDALISMO

En relación con el post publicado bajo el título "En defensa de los vándalos" abro este nuevo, tan sólo para enlazar con un vídeo que no tiene desperdicio.
Está claro que para comprender el desaguisado que los españoles estamos sufriendo no hace falta ser -o mejor dicho, mejor no ser- ni licenciado en económicas, ciencias políticas ni analista de nada. Ni siquiera haber ido a la escuela del pueblo. Basta con tener sentido común, conciencia de la justicia y honestidad, en vez de ser un hijoputa.
Ahí va el enlace. Pincha sobre él:
Video de Jesús Perez

LOS TONTOS DE LA CLASE

Vaya por delante, y antes de que alguien me eche la caballería encima, mi intención de dejar claro que este post está escrito en clave de humor, con una pizca de sarcasmo. A los niños hay que tratarlos -como sucede ahora-  a todos y sin excepción con el mismo respeto a pesar de sus diferencias. Pero el caso es que los adultos a quienes nos referimos fueron colegiales en la época franquista y en aquella época el menos dotado seguía siendo un lerdo hasta convertirse en adulto y llegar, si no tenía otra opción mejor, a ocupar un lugar en la política. Dicho esto, vayamos a lo nuestro.

En su film Annie Hall, Woody Allen nos presenta una secuencia retrospectiva de su juventud en el aula de la escuela. Uno a uno, varios alumnos -a cual más inepto- se van poniendo de pie y se trasladan imaginariamente a su futuro estado de adultos. Y resulta que, en su madurez, el más tonto hace relojes.

EN DEFENSA DE LOS VÁNDALOS

Con todo este lío que se está armando originado por las continuas manifestaciones, huelgas, protestas y demás, cada vez es más usual asistir a condenas por parte de los medios de comunicación y por los tribunales, de los denominados "actos de vandalismo".

¡Ozú! Media Andalucía era vándala

Vaya por delante que a mí los tales vándalos, en principio, me parece un pueblo tan respetable como los alanos, los íberos, los visigodos o los celtas (aquí, o todos moros o todos cristianos). Pero por lo visto no es así y mi intención es defenderlos hasta la muerte (bueno, es un decir, porque me temo que algo malos sí serían).

Desde que se acuñó en nuestro lenguaje el calificativo de "políticamente correcto" no paramos de presenciar un rechazo colectivo hacia ciertas expresiones coloquiales que, aparte de inofensivas, conceden a nuestra lengua un ligero toque de humor, tan necesario en los tiempos que corren.

Siempre hemos oído a nuestros padres y abuelos decir que "te han enredado como un chino", "te va a tocar trabajar como un negro", "a dónde vas con esta pinta, hecho un gitano", "no te hagas el sueco", "se despidió a la francesa" "¡deja ya  de hacer el indio!", "este tío es más agarrao que un judío", "su marido es un moro de mucho cuidado" y muchas otras más que seguro que al lector le vendrán a la cabeza.

¿POR QUÉ NO TE CALLAS! ...Su Majestad

El 10 de noviembre de 2007, el Jefe del Estado español, el Rey D. Juan Carlos I, fue protagonista de un encuentro con otro Jefe de Estado de donde salió la famosa frase ¿por qué no te callas!

El receptor de tal recriminación era Hugo Chávez, entonces Presidente de la república bolivariana de Venezuela, y hoy, a estas horas posiblemente embalsamado.

Con la perspectiva que el tiempo y los acontecimientos nos conceden asistimos ahora a una inversión de los papeles. Hoy, desde su féretro, el reciente fallecido podría devolverle la pelota al monarca con la famosa pregunta.